19 noviembre 2018

GAJES DEL OFICIO


En redes sociales he tenido la oportunidad de ver a muchos pidiendo apoyo a la cultura, publicando y compartiendo contenidos para mostrar que son muy duchos y que apoyan las causas. Pero de esos muchos, varios son los que te buscan para ofrecerte un “trabajo” por un pago de mierda y hasta en muchas ocasiones, nulo. Y lo peor, con la excusa de que “no hay plata pero si hay difusión para tu obra”. Lo digo acá y en muchos lados: LA DIFUSION NO ES UN PAGO.
Me ha pasado muchas veces, con toda clase de personas. Casos en los que al final te sentís tumbado, pero en el que concluyes que “la próxima vez no me dejo”. Creo que el chiste es que con la experiencia te vayas volviendo menos ingenuo y aprendas a saber con quién tratar y cómo hacerlo.
Una vez me llamo una petrista en tiempos de campaña, que pretendían que les hiciera una historieta. “Es que Petro esto, Petro lo otro, Petro es lo mejor y que no hay que dejar ganar a Duque, que hay que hacer algo viral para ello y blablabla”. Y a lo que yo respondí “estoy de acuerdo, y mi voto va por Petro, pero yo vivo de esto y la historieta tiene un precio”. No me volvió a llamar. Ey, no refuercen aquel prejuicio uribista de “loquierentodoregalado” y sean conscientes que detrás de una labor hay alguien invirtiendo su tiempo, su sudor y su energía, y que para eso él necesita techo y comida. Así sea que viva con sus papás, reconozcan de una forma adecuada su trabajo. Es justo y necesario.
También hay otros que dicen que les encanta tu trabajo, y hacen pucheros diciendo “ojala tuviera plata para pagarte”. Pero vas y vez, de nuevo en redes, que tienen para pagarse una boleta carísima para aquel concierto de aquella banda. En fin, están en su derecho, son sus prioridades, pero con esto sé que la gente si tiene la disposición de valorar las cosas como son, y sobre todo, que de uno depende también el respeto a tu oficio. Tu precio es el que es, porque es lo que realmente vale.

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