Sus manos están untadas de sangre y las nuestra de pintura

El pasado 20 de noviembre, un día antes del inicio del paro nacional, fue publicada en El Espectador esta historieta que realice sobre la difícil situación que vive la libertad de expresión en Colombia bajo las políticas represivas de su actual gobierno. Esta obra nace a raíz de los hechos de censura que se presentaron en el pasado 45 Salón Nacional de Artistas, junto a los cometidos por parte de integrantes del ejercito en contra del colectivo Puro Veneno a su cartel sobre el acaso de los falsos positivos. Pero justo antes de ser publicada, ocurrió otro hecho despreciable por parte de la policía: el allanamiento a casas de artistas, colectivos artísticos y revistas culturales como Cartel Urbano. Todo este caso fue un claro esfuerzo por parte del gobierno para reprimir las voces que llaman al derecho a la protesta en contra de sus políticas. Mas sin embargo, esas voces se unen a otras mas (miles y hasta millones), que hasta el día de hoy, han logrado sostener un paro que lleva 19 días y contando.

En todo este tiempo, he sentido admiración por esos colectivos y artistas que han ofrecido su talento y creatividad para ilustrar y protestar en contra de las injusticias de este régimen criminal en que vivimos.